Chica de Artó

Chica de Artó
Artó

martes, 25 de marzo de 2014

Only you

Foto: Valentina Torres Zorrilla

El origen del amor y las palabras

Muchas personas buscan durante años un ideal difuso de media naranja. Otras en cambio saben desde siempre cómo debe ser ese otro. También he conocido gente con ideas fijas o requerimientos insalvables para que se produzca el amor. Y hay quien lo ve como algo tan difícil y complejo que directamente lo descarta. Finalmente la vida se impone de manera misteriosa y  lo que nos doblega el corazón no es nada de lo que habíamos pensado.

Hablando con unas buenas amigas, de esas que te cuentan su verdad desde el primer “salud”, nos dimos cuenta que el argumento que te lleva a dar el sí quiero, el gran paso de intentar compartir tu vida con otro, es de dudosa procedencia.
A veces las razones por las que hacemos las cosas son tan ligeras como un latido, y así de fundamentales.
Un día alguien me dijo “siempre te voy a querer”, puede que la  circunstancia haya sido demasiado sensible, pero me conmoví sólo con la cadencia del sonido; sin cuestionar la veracidad o la probabilidad de fallo, me llené de certeza en un instante.

martes, 18 de marzo de 2014

El cuento de la belleza


Liz by Warhol



Estaba viendo un documental sobre la historia de unas grandes tiendas muy famosas en USA y sus visionarios dueños, cuyo éxito nacía de saber captar la verdadera elegancia. Y para ilustrar el talento y el nivel de la clientela nada mejor que unas buenas fotos de Elizabeth Taylor arropada por pieles y joyas, tantas que sólo se le veían los ojos en algunas.

Luego me tocó esperar en la antesala de un médico y gracias a la revista de cosas y casas caras vi las residencias de descanso de algunos magnates, al rey de España junto al cuerpo diplomático, a princesas y duques asistiendo a fiestas en espectaculares palacios y todo puesto ahí como máximo ejemplo de refinamiento, destacado por precioso.
¡Horrible todo!, pero no que a mí no me guste tanto, feo de diccionario, incluyendo a la cleopatra Liz, todo espantoso. Floreado, peludo, acristalado, aterciopelado, aleopardado, todo junto y por montones. Un mareo caleidoscópico de broches, plumas, pulseras, collares, diademas, colgantes, dorado sobre dorado. Salones y comedores que podrían provocar un ataque de epilepsia con sólo mirar los cojines.

martes, 11 de marzo de 2014

Lentejuelas negras


reina canaria.es
Han sido días de luces, desfiles, bailes, lentejuelas, disfraces y fiesta. Media Europa y muchos otros países, donde destaca Brasil, han celebrado carnavales, fiesta de origen cristiano aunque no lo parezca,  que se han extendido por el mundo coincidiendo con el Día de la Mujer.
No he podido dejar de mirar estas magníficas celebraciones, plenas de diversión, baile y zambomba, y no sé si será que me puse mal las gafas o qué, pero casi todo lo que vi era como en sepia, pese al colorido… Antiguo, digamos.
La fiesta por la fiesta, carnavales de múltiples tamaños, con acentos distintos, para públicos variados y en todos ellos, en los de colegio, en los más tradicionales, en los gays, en los de noche adulta, en los familiares, en los más populares o elegantes, en todos, la figura más destacada es la princesa (y sus variantes), todas quieren ser reinas o reinonas; puras niñas de pelo rubio con corona, o reinas de la noche embutidas en bikinis y plataformas, pero sigue en lo más alto del deseo femenino la aspiración de ser la esposa de un rey que es lo que viene a ser una reina.

martes, 4 de marzo de 2014

Más allá del perdón


V. Torres Zorrilla

¿Se puede querer a alguien que nos ha hecho daño? Es una de esas preguntas que salen rápido de la boca, pero que se quedan flotando, acompañándonos en silencio mientras fingimos no verla porque en realidad intentar darle respuesta es atravesar descalza el puente colgante de los suspiros. Nos hace adentrarnos en el cuarto de los recuerdos amontonados y ya sabemos que ahí hay muchas cosas rotas que no hemos podido arreglar y que de tanto estar a oscuras se han petrificado así, en trozos.
Supongo que dependerá del daño, del vínculo con la persona que nos haya herido, de si el puñal vino directo al corazón o fuimos tocados al pasar abriéndonos la mejilla de refilón en una carrera por matar a otro, pero dependerá sobre todo, del perdón.
La escritora Amy Tan afirma que el que dice perdonar una infidelidad o el abandono de una madre, miente. Yo sobre las parejas no podría aventurarme a soltar una sola afirmación, porque creo firmemente que lo que ocurre al interior de una relación de dos es imposible de sondear desde fuera, pero sí estoy de acuerdo en que el abandono no se perdona, ni el de una madre, un padre, o del que nos protegía con su amor.