Miro y remiro las portadas de los periódicos y revistas, no
sólo las de temas del corazón incluso las estrictamente económicas, y todas han encontrado un argumento para
hablar del affaire de Hollande, ese
regio mandatario de Francia liado ahora con una actriz 17 años menor. No he podido
resistirme porque, lo digo abiertamente, me encantan todas estas historias
rocambolescas de intrigas y pasiones de personajes tan serios e importantes que
viven al margen de cuestiones tan comunes y corrientes. ¡Pero no! Resulta que
esconden una vida “privada” que es como para montar una trilogía erótica que le
daría vuelta y media a las sombras grises…
La trayectoria de este hombre de 58 años, que no se ha
casado nunca, con cara de pollo y sin la menor gracia visible es, por decirlo
menos, sorprendente. Ha ido enganchando una relación tras otra, con mujeres
espectaculares no sólo por bellas, sino por inteligentes y talentosas, sin
pausa entremedio. Y yo miro las fotos y me quedo como exigiendo una
explicación.