Se habla de una “nueva” manera de terminar una relación,
toda una estrategia llena de supuestas ventajas, moderna como la que más,
cómoda, sencilla y rápida: el ghosting
(o fantasmeo).
Consiste en desaparecer de pronto, no contestar nunca más el
teléfono ni los mensajes, bloquear al otro de todas las redes o aplicaciones y eliminarlo
como contacto y, claro, también como persona.
Lo odio.
Me parece que no es ni nueva, ni tiene ventajas y desde
luego no es nada digna.
Más allá de que es una falta de respeto, de consideración y
que es hasta de mala educación, desaparecer de la vida de alguien sin dejar
rastro, sin decir nada, esfumarse sin más, dice cosas muy feas de ti. No es propio de un ser humano que
habita el mundo.
Las relaciones entre las personas son la base de la
Humanidad, aunque sean malas o te incomoden.